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Vitamina C – ¿Para qué sirve? ¿Dónde la encontramos?

La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina hidrosoluble, es decir, con afinidad por el agua. Es un nutriente esencial para el ser humano: sólo la obtenemos a través de la dieta, no podemos sintetizarla. Las funciones de la vitamina C son muchas en nuestro organismo, por lo que la hace indispensable para su buen funcionamiento en general. Una de las principales funciones es antioxidante, protege a las células frente al daño oxidativo que provocan los radicales libres. Los radicales libres son moléculas químicas nocivas que se desprenden de muchas reacciones químicas propias del organismo, de la contaminación ambiental, humo del tabaco, alimentos procesados ​​o el estrés a largo plazo. La vitamina C previene la muerte celular prematura, nos ayuda a envejecer de la mejor forma posible. Además, es esencial para la formación de colágeno tanto a nivel de piel y mucosas como a nivel articular. Nos ayuda al mantenimiento de la estructura cutánea de la piel, a prevenir lesiones y dolores articulares, a la cicatrización de heridas, a mejorar la salud de nuestras encías, etc. También podemos mencionar otras funciones como la mejora de la absorción del hierro de los alimentos, contribuye al sistema inmunitario, prevención infecciones del tracto urinario, necesaria para la lipo-oxidación, reduce la posibilidad de padecer un cáncer o un accidente cardiovascular o crítica en los procesos de fertilidad tanto femenina como masculina. Es abundante en plantas, frutas y verduras – Frutas: cítricos como naranja, limón, fresas, arándanos, kiwi, melón – Verduras: pimentón, brécol, tomate, espinacas, col, berenjena y patatas al horno – Plantas: albahaca, perejil, moraduix y en general cualquier planta aromática Hay que tener en cuenta que el calor o almacenar los alimentos durante mucho tiempo disminuye el contenido de vitamina C de estos alimentos. La dosis de suplementación ideal sería 1 gramo de vitamina C en forma de ácido o éster en función de la indicación en la merienda, almuerzo y cena. Entonces, serían unos 3 gramos de vitamina C al día. Las personas fumadoras tendrán que aumentar esta dosis diaria ya que necesitan más dosis de antioxidantes.